Lydia Mendoza (May 21, 1916 – Diciembre 20, 2007) fue una guitarrista y
cantante de musica tejana. Ella es conocida como La Alondra de la
Frontera.
Mendoza nacio en una familia con talentos musicales en Houston,
Texas. Ella aprendio a a cantar y tocar instrumentos de cuerda gracias a su
madre y a a su abuela. En 1928, como parte del grupo musical familiar Cuarteto
Carta Blanca, ella hizo su primera grabacion para la compañia OKeh en San
Antonio. A sus tempranos 13 años, Mendoza llamo la atencion del pionero de la
radiodifusion, el mexicano-americano Manuel J. Cortez. Sus presentaciones en
vivo en la radio prepararon el escenario para sus grabaciones con el sello Blue
Bird en 1934. Una de sus grabaciones realizada en 1934, el tango "Mal Hombre",
se convirtio en un exito de la noche a la mañana, permitiendole un calendario
intensivo de giras y grabaciones.
Despues de la Segunda Guerra Mundial,Mendoza
grabó para todos las mas importantes casas disqueras mexico-americanas. Una de
las pocas canciones que ella escribio y que era una de sus favoritas era "Amor
Bonito", la cual dedico a su esposo. Lydia Mendoza continuo con sus
presentaciones y grabaciones, carrera que fue afectada cuando sufrio un infarto
en 1988. In 1982, ella fue la primera tejana en recibir una membresia de la
National Endowment for the Arts National Heritage Fellowship. En 1999, ella
recibio la Medalla Nacional de Artes, y en 2003, ella estuvo entre el segundo
grupo que recibio un reconocimiento de Texas Cultural Trust's Texas Medal of
Arts .
Lydia Mendoza murio en 2007 a los 91 años.
MAL HOMBRE
Yo era una chiquilla todavía,
cuando tú falsamente me encontraste,
y a merced de tus artes de mundano,
de mi honra el perfume te llevaste.
Lo que hicistes conmigo lo que todos,
los que son como tú con las mujeres,
por lo tanto no extrañes si yo ahora
en tu cara te diga lo que eres.
Mal hombre, tan ruin es tu alma
que no tiene nombre,
eres un canalla, eres un malvado,
eres un mal hombre.
A mi triste destino abandonada,
entablé fiera lucha con la vida,
ella recia y cruel me torturaba,
yo más débil, al fín caí vencida.
Si supistes a tiempo mi derrota,
mi espantoso calvario conociste,
te dijeron algunos ve a salvarle,
y probando quién eres, te reíste.
Mal hombre, tan ruin es tu alma
que no tiene nombre,
eres un canalla, eres un malvado,
eres un mal hombre.
Poco tiempo después en el arroyo,
entre sombras mi vida defendía,
una noche, con otra tú pasaste,
y al mirarme sentí que te decía:
¿Quién es esa mujer, tú la conoces?
Y a la vez respondiste: una cualquiera.
Al oír de tus labios el ultraje,
demostrabas también lo que tú eras.
Mal hombre, tan ruin es tu alma
que no tiene nombre,
eres un canalla, eres un malvado,
eres un mal hombre.