Un disco de aquellos primeros años del microsurco en España, la España de
mediados de los años 1950, la España de la alpargata, las castañuelas y el vino
en pellejos. Una España que renacía a duras penas de una sombría postguerra e
intentaba abrirse a Europa a través de un incipiente turismo.
La película
musical austríaca “Sinfonía en oro” (1956) lanzó al mundo una canción, Dong,
dingui, dong, de la que se hicieron infinidad de versiones. Hoy traemos una de
ellas, la que cantaron Los Xey con su gracejo castizo.
DONG, DINGUI,
DONG
Dong, dingui, dong, dingui dong,
El sol acaba de
salir
Dong, dingui, dong, dingui dong,
y nadie puede ya dormir
Dong,
dingui, dong, dingui dong,
las vacaciones se van ya,
Dong, dingui, dong,
dingui dong,
los perros ladran al pasar.
Y el yoder que canta por sí:
oleeleiri, oleeliri,
las montañas contestan así: daoledadaorili,
Dong,
dingui, dong, dingui dong,
quine quiera hallar tranquilidad,
Dong, dingui,
dong, dingui dong,
que vaya al campo y la tendrá.
Un paisaje
encantador, muchos pinos, mucha flor,
y las moscas y mosquitos, que nos tiene
fritos,
Aires puros de faisal se respira colosal,
sobretodo si uno vive
cerca del corral.
Y cuando ya la noche llega al fi-i-i-in,
las granjas
organizan un festín,
Dong, dingui, dong, dingui dong,
El sol acaba de
salir
Dong, dingui, dong, dingui dong,
y nadie puede ya
dormir
Dong, dingui, dong, dingui dong,
las vacaciones se van
ya,
Dong, dingui, dong, dingui dong,
los perros ladran al pasar.
Y el
yoder que canta por sí: oleeleiri, oleeliri,
las montañas contestan así:
daoledadaorili,
Dong, dingui, dong, dingui dong,
quine quiera hallar
tranquilidad,
Dong, dingui, dong, dingui dong,
que vaya al campo y la
tendrá.
Dong, dingui, dong, dingui dong, oleeleiri, oleeliri (bis)