La pasión por la música la sintió Joel Ramos desde niño. La guitarra, la armónica y la flauta fueron sus primeros compañeros hasta cambiarlos por el arpa. Este instrumento lo llevó a la cúspide y lo convirtió en el primer intérprete salvadoreño en grabar un disco compacto en este género: "Joel Ramos y su Arpa Tropical", que incluye canciones con ritmos tropicales y tradicionales.
Antes de lograr el éxito tuvo que tomar clases, incluso viajó a México para perfeccionar su técnica. Y, para desarrollar su propio estilo, al principio, pasaba entre ocho a diez horas diarias practicando.
Siempre entusiasta por explorar lo nuevo, cuando tocaba en público, incluía repertorios de música paraguaya, clásica contemporánea, irlandesas e inglesas.
En sus 26 años de profesión; siempre estuvo dispuesto a ofrecer su talento donde se lo solicitaban, con tal de difundir su máxima pasión.
Fue profeta en su tierra... el único músico nacional con el que se le comparó fue con su propio hijo, Joel Ramos Jr., a quien le enseñó ese arte. Su destreza en la interpretación con Arpa fue conocida en muchas partes; con su música recorrió Estados Unidos, Brasil, Argentina y Paraguay; entre otras naciones. En Centroamérica, se destacó como el mejor del género.
Vino al mundo en Usulután, hace 48 años; entregó su vida en San Marcos, San Salvador y sus restos ahora descansan en la ciudad de Quelepa, San Miguel, lugar donde conoció y se enamoró de la mujer de su vida, su esposa Ada de Ramos. Procreó 4 hijos.
Su vida y talento merecen inmortalizarlo en "Salvadoreños Ejemplares"
Disfrutemos de su versión del popular tema "Balada para Adelina", tema instrumental compuesto en 1976 por Paul de Senneville y Olivier Toussaint.