El tema que hoy les ofrecemos, es una composición del periodista y compositor mexicano Ramón Inclán.
Este compositor nació en Mexicali, Baja California el 29 de noviembre de 1930. Hijo de Amelia Aguilar Cázares y de Ramón Inclán Martínez. A los 15 años compuso su primera canción, que tituló Viejos tiempos, para la cual supuestamente se inspiró en un ¨noviazgo¨ que tuvo con una niña ( ambos de 6 abriles). Perteneció entonces a la banda universitaria de música, tocando clarinete. Su definitivo instrumento ha sido la guitarra.
En 1947 ingresó a la Escuela de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que entonces tenía su sede en la que fuera Academia San Carlos. Cursó tres y medio de la aludida carrera, misma que dejó el sentirse más inclinado por la música y el periodismo.
En 1952 se inició simultáneamente en plan profesional en las dos modalidades. Debutó en el diario deportivo La Afición, contratado por Fray Nano, quien era propietario y director, a la vez que un periodista muy reconocido. Antes que ese año finiquitara se grabaron sus primeras canciones para discos comerciales: Corazón enfermo y No puede ser verdad, con Trío Los Jaibos y Lupìta Cabrera, respectivamente. En 1953 prosiguieron grabaciones de : No dejes de quererme, Ladrona de besos ( letra de Carlos Montenegro) y Aún se acuerda de mi, con Los Tecolines, Los Panchos y Andrés Huesca, respectivamente.
En su larga trayectoria, Ramón Inclán suma cerca de cien obras que han ido al mercado fonográfico.
Escuchemos con Andy Russell el bolero "Imprescindible", acompañado por la Orquesta de Adolfo Ventas, tomado del disco doble "Andy Russell con acento español".
IMPRESCINDIBLE
Eres imprescindible para mi corazón,
y te siento tan mía, cual la luz es del sol, mi vida.
Eres imprescindible en mis sueños de amor,
y tenerte es tan bello, que se olvida el dolor.
Imprescindible es mirarme en tus ojos, ventanas de gloria,
imprescindible es perderme en tu encanto, sentir tu calor; vida.
Eres imprescindible para mi corazón, y tenerte es tan bello,
que se olvida el dolor.
Imprescindible es mirarme en tus ojos, ventanas de gloria,
imprescindible es perderme en tu encanto, sentir tu calor; vida.
Eres imprescindible para mi corazón, y tenerte es tan bello,
que se olvida el dolor.
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